España se ilusiona con el Mundial
El crecimiento de la selección española en los últimos años es innegable. Contar con varias de las mejores jugadoras del mundo en sus filas ha provocado que el optimismo crezca en la concentración de España de cara al Mundial que se celebrará del 20 de julio al 20 de agosto en Australia y Nueva Zelanda. De hecho, lo que parecía un tema tabú hace apenas unas semanas, que era hablar de las opciones de ganarlo, ha dejado de serlo. Ya ninguna de las jugadoras esconde que hay opciones reales de hacerse con la primera estrella y de que el principal objetivo es ese.
Frases como «vamos allí a ganar» o «son siete partidos y queremos ganarlos todos» se han podido escuchar en el media day celebrado en Las Rozas antes de poner rumbo a la cita. España viajará a Dinamarca para jugar un amistoso antes de viajar en busca de ese Mundial a Wellington y, una vez conocida la lista definitiva para la cita, nadie esconde que la selección es una de las grandes favoritas.
Atrás queda el pasado Mundial, en el que Estados Unidos cortó en seco la progresión de la selección española a las primeras de cambio, en octavos de final. Ahora, después de un Barça bicampeón de Europa, de un Madrid en pleno auge y de contar con varias de las mejores del mundo como son Alexia, Aitana o Irene Paredes, nadie esconde que hay opciones más que reales de llevarse el título. Y ese es el deseo del vestuario.
Son conscientes de que hay calidad más que de sobra para hacer algo importante. Admiten que presión no hay, pero sí mucha ambición y ganas de conseguir el Mundial. Además, destacan el respeto que han logrado que se tenga en el resto de selecciones a la española. Un respeto que, a pesar de que los resultados en los últimos torneos no han sido los esperados, sí que se han ganado gracias al juego que despliegan y a contar con jugadoras de una calidad más que contrastada.
En un gran momento
Después del 7-0 a Panamá en el primer amistoso de preparación para el Mundial, las de Jorge Vilda viajan a Dinamarca para medirse a otra mundialista. De ahí, pondrán rumbo a Nueva Zelanda, donde deberán adaptarse al cambio radical de clima, puesto que en las antípodas es invierno y se enfrentan a temperaturas por debajo de los 10 grados y a la presencia de lluvias.
Tendrán 15 días para aclimatarse a la que será su casa durante el Mundial, antes de disputar su primer encuentro ante Costa Rica, el 21 de julio. En la fase de grupos, además de las ticas, se medirán a Zambia y Japón. A partir de ahí, si como se espera, logran superarla, quedará un duro camino hacia el título en el que podrían cruzarse con Noruega, Estados Unidos, Holanda o Suecia. Todo, antes de la deseada final de Sídney, donde España no esconde el deseo y el objetivo de poder estar.